21/3/07

En la ventisca


Miro por la ventana, y ha empezado a nevar suavemente, el planeta trastocado nos recuerda que puede ser invierno en primavera. Los árboles mutilados por el ayuntamiento, desnudos, soportan la ventisca.

Ayer me contaste que tu madre está en la etapa final de su enfermedad y de su vida. Me dijiste que los niños, que no la veían desde Navidad, tardaron media hora en aproximarse a ella, pero también me contaste que sucedieron cosas luminosas en ese encuentro-despedida .

Yo la he conocido poco, pero he percibido su luz. Recuerdo una vez bajo un aguacero de verano, llegué al Valle y al salir del coche, ella me estaba esperando con un café caliente . Entramos por el corral y mientras corregía la ubicación de los cuencos, y cubos para las goteras del techo, me descubría un cargamento de frutas y verduras para todos, al final cuando ya me iba, me alargó un racimo de uvas para el viaje, unas uvas dulces como su mirada.

La carretera entra sinuosa en la bajada al pantano y mientras recuerdo esto, una nube de ventisca va corriendo su velo sobre la montaña, que de verde oro la vuelve blanca, en un movimiento lento, nos marca su presencia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que verdades nos reserva el destino al que no nos queremos asomar? Nos da vertigo? Nos dá miedo? Es la vida. Hay que tener valor y seguir adelante porque pasa muy deprisa, tan deprisa como un invierno, tan deprisa como el tiempo que tarda el café en enfriarse.
Precioso el relato.

Anónimo dijo...

casi me gusta más el texto que la foto.

será porque veo a esa mujer muerta tooodos los días, y una vez vista no se puede dejar de ver, como los dibujos dobles


el video de Jardín Secreto me gusta. no lo ví cuando hiciste la exposición. y creo que si la volviera a ver, ahora me gustaría más que antes.

por cierto, encontré un link a tu libro-video en internet, menuda sorpresa!!

un abrazo

Veji dijo...

clima,tiempo.vida,muerte.recuerdos.nostalgia.