Era un sueño recurrente.
Desde que recuerdo, cada cierto tiempo vuelve.
Siendo muy pequeño, la primera vez, desperté pidiendo auxilio, con una voz ahogada, que a medida que crecía el desasosiego en el sueño, ganaba en claridad y potencia.
En ese sueño, mi cuerpo flotaba en un líquido, alrededor estaba todo oscuro, en el liquido me hundía y la sensación de ahogo se apoderaba de mi, no podía respirar.
La otra noche volvió a suceder, pero esta vez mientras mi voz ahogada empieza a pedir auxilio, una luz ilumina la pesadilla, me siento sosegado y en paz . En realidad no puedo respirar porque no respiro, y el liquido en el que floto, es el del vientre de mi madre.
Segovia, 1 de septiembre de 2005
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