30/6/08

Estrellado

La vista nublada, alcanzame los anteojos. Si ya no me sirven, para lo que hay que ver.

Piedra a piedra la casa fue demolida. Lágrima a lágrima, los años han pasado.

La mirada de aquellos seres que brindaron su amor, en la despedida. ¿Qué es una despedida sino una bienvenida?

Al final hay que despojarse de todo, sólo nos tenemos a nosotros mismos y la luz que nos alumbra, hasta en los rincones más oscuros del alma.

No me gusta el lugar de donde vengo, no me gusta el lugar adonde voy ¿ Porqué miro con impaciencia el cambio de la rueda al borde de la carretera?

La memoria fragmentada por las idas y venidas, por los contínuos cambios y las sucesivas adaptaciones.

Alcanzame los de cerca, a ver si ahora puedo ver mas claro.

Y la soledad, al final todos estamos solos, no necesitamos nada y a nadie, solo el silencio y la calma para poder descansar por fin.

Si es que afuera no ha parado de llover, en todo este tiempo, como si la lluvia fuera por dentro, por el mismo barro que se fue formando, aquí .

Y el frío del invierno. La humedad que nos espera, entre la niebla y lo desconocido.

Pasame el mate que ya se enfrió. Poné la pava a calentar.

Y teníamos que irnos así, dejando la telita esa que cubre el corazón en un latido de dolor.

Ellas me devuelven la mirada, cuando finalmente las dejamos.

Ellas están seguras, porque su lugar es el mundo, serán felices donde estén , porque se tienen a si mismas, porque sienten la vida por todos lados.

Abrí la valija a ver si encuentro ese cielo....

Segovia 27 de junio de 2008

A Juan y Graciela que se volvieron hoy.